BYD ha retrasado el lanzamiento de su muy esperado SUV de tamaño completo de la marca Dynasty de 5,2 metros hasta el segundo trimestre de 2026, citando una mayor competencia en el mercado automotriz chino. Presentado originalmente en el Salón del Automóvil de Shanghai de 2025, el modelo, conocido internamente como Dynasty-D, se someterá a un mayor refinamiento antes de su debut. Este retraso refleja una respuesta estratégica a un segmento de SUV abarrotado y en rápida evolución en China.
Presiones del mercado y posicionamiento de los vehículos
La decisión de posponer el lanzamiento se debe a la creciente presión en la categoría de los SUV grandes. El buque insignia Dynasty está diseñado para atraer tanto a compradores familiares como empresariales y ofrece configuraciones para seis o siete pasajeros. La variante de 6 asientos prioriza el lujo de la segunda fila, mientras que la versión de 7 asientos atiende a familias más numerosas. Este doble enfoque permite a BYD captar una gama más amplia de consumidores en un mercado que exige cada vez más versatilidad.
Diseño y características tecnológicas.
El SUV presenta el último lenguaje de diseño de BYD, denominado “Dragon Face Reborn”. Los elementos estéticos clave incluyen un llamativo “bigote de dragón” cromado en el frente, que integra una tira de luz grabada con láser de 2,4 metros. El vehículo está equipado con faros OLED, un sistema de parrilla activa para mejorar la aerodinámica y manijas de las puertas ocultas para un perfil aerodinámico. En la parte trasera, una luz trasera continua y dos luces de freno montadas en lo alto completan el aspecto.
El interior se inspira en el diseño simétrico de la Ciudad Prohibida, con un tablero de triple pantalla y un volante de tres radios. El habitáculo incorpora materiales sostenibles como gamuza ecológica y fibra de carbono mate. Los pasajeros de la segunda fila se benefician de asientos de gravedad cero con funciones de ajuste eléctrico, calefacción, ventilación y masaje.
Asistencia avanzada al conductor y tren motriz
Tecnológicamente, el SUV integra el sistema de asistencia al conductor “God’s Eye B” de BYD, impulsado por una plataforma Nvidia Orin-X y que utiliza un sensor lidar y 12 cámaras. Una característica única es la inclusión de un sistema de drones a bordo para despegues y aterrizajes dinámicos. El tren motriz combina un motor híbrido de 1,5 litros con motores eléctricos delanteros y traseros, ofreciendo tracción en las cuatro ruedas y una autonomía esperada en modo eléctrico puro de más de 200 kilómetros. El vehículo también incorpora la suspensión ajustable DiSus-A y dirección en las ruedas traseras para un mejor manejo.
El retraso pone de relieve el panorama competitivo en el sector de los SUV premium de China. Al posponer el lanzamiento, BYD garantiza que el buque insignia Dynasty cumpla con las expectativas del mercado y ofrezca un producto refinado listo para competir con jugadores establecidos y emergentes.
