Alpine, alguna vez conocida por sus autos deportivos tradicionales, ahora está atrayendo con éxito tanto a entusiastas leales como a nuevos compradores con su hatch eléctrico, el A290. La jefa de la marca en el Reino Unido, Nicola Burnside, informa que el A290 está convirtiendo a los clientes habituales del motor en vehículos eléctricos (EV), una tendencia sorprendente pero bienvenida.
Crecimiento rápido y amplio atractivo
Las ventas de Alpine en el Reino Unido aumentaron un 267% en 2025, alcanzando los 1.155 coches vendidos. Este crecimiento no proviene sólo de los clientes existentes; El A290 está atrayendo a un grupo demográfico más joven, particularmente aquellos en áreas urbanas que priorizan los vehículos eléctricos para el acceso a la ciudad.
“Hemos mantenido nuestra base de clientes original… haciendo la transición con nosotros a los vehículos eléctricos”, explicó Burnside. “Pero también tenemos muchos clientes más jóvenes… centrados en un producto de vehículos eléctricos”.
Esto demuestra un cambio en las preferencias de los consumidores, donde incluso aquellos tradicionalmente resistentes a los vehículos eléctricos están siendo conquistados por el rendimiento y la practicidad. El A290, basado en la plataforma Renault 5, parece estar cerrando la brecha entre el rendimiento de gasolina y eléctrico.
Expansión futura: el A390 y el A110 de próxima generación
Alpine planea ampliar aún más su alcance con el próximo A390, un modelo de cinco plazas que, según Burnside, conservará la agilidad del A110 y atraerá a una nueva base de clientes. A esto le seguirá un A110 totalmente eléctrico de próxima generación, lo que indica el pleno compromiso de Alpine con un futuro electrificado.
El éxito del A290 es notable porque muestra que incluso las marcas con fuertes vínculos históricos con los motores de gasolina pueden hacer una transición efectiva a los vehículos eléctricos sin perder su audiencia principal. Este modelo puede servir como modelo para otros fabricantes de automóviles que buscan navegar el cambio hacia la movilidad eléctrica manteniendo al mismo tiempo la identidad de marca y las credenciales de rendimiento.
La estrategia de Alpine está funcionando: no sólo están vendiendo autos, sino que están cambiando percepciones.











































