Renault está trazando un rumbo hacia el resurgimiento de los híbridos, lo que indica un posible regreso de las opciones de gasolina para sus populares modelos Mégane y Scenic. Este cambio estratégico viene con el desarrollo de una nueva plataforma multicombustible destinada a sustentar los futuros vehículos del segmento C de la marca, que debutará alrededor de 2030.
Si bien está diseñada principalmente como una arquitectura eléctrica, la plataforma también admitirá sistemas de propulsión híbridos enchufables y de extensión de autonomía. Este enfoque adaptable refleja el cauteloso optimismo de Renault sobre el ritmo de adopción de vehículos eléctricos. Fabrice Cambolive, jefe de Renault, explicó que si bien la compañía se dedica a los vehículos eléctricos, están “trabajando” en incorporar estas opciones de combustibles alternativos “si [las ventas de vehículos eléctricos] no son tan rápidas como se espera”.
Esta estrategia prioriza la flexibilidad en un panorama automotriz en rápida evolución. La nueva plataforma se lanzará junto con cuatro nuevos modelos, basándose en el plan “Renaulution” de Renault, que tiene como objetivo introducir ocho vehículos en varios segmentos para 2025.
Cambolive enfatizó que la compañía está centrando su enfoque exclusivamente eléctrico en automóviles más pequeños del segmento B, mientras que los modelos más grandes de los segmentos C y D se beneficiarán de una estrategia de tren motriz más diversa. Sostiene que esta flexibilidad híbrida es crucial para navegar con éxito en estos mercados más grandes.
François Provost, CEO del Grupo Renault, destacó la importancia de la plataforma para fortalecer la posición de la marca dentro del competitivo segmento C, particularmente en el norte de Europa.
Si bien las asignaciones de modelos específicos permanecen en secreto, el momento sugiere fuertemente que la nueva plataforma sustentará un Megane y un Scenic de próxima generación. Este desarrollo marcaría un regreso a los motores de gasolina para estos populares modelos, que actualmente se venden exclusivamente como vehículos eléctricos.
La introducción de esta plataforma multicombustible significa el acto de equilibrio calculado de Renault: abrazar la electrificación y al mismo tiempo ofrecer opciones convencionales para satisfacer las necesidades cambiantes de los consumidores y las demandas del mercado.
